4 Límites y estructuras: 1-2 años

Dra. Tamara Salmen

Pediatra - Conducta y Desarrollo - Caracas

El periodo entre uno y dos años nos da la oportunidad de trabajar los limites y la estructura con el niño. Al cumplir el primer año, con el desarrollo de mayores habilidades motoras que le permiten desplazarse para explorar su entorno utilizando prácticamente todos los sentidos, el niño demanda mayor atención de parte de sus padres y cuidadores para proveer un ambiente más seguro y prevenir accidentes.

Es así que surge la necesidad de crear límites y estructura en el día a día y aparecen, como reacción de los niños entre los 15 a 18 meses de edad, las primeras pataletas como manifestación de frustración y contrariedad al no poder ir a donde quiere ni hacer y obtener todo lo que él quiere.

Es una etapa en que los padres pueden llegar a sentirse abrumados ante la necesidad constante de modelar comportamientos: reforzando algunos deseados y tratando de eliminar otros no deseados, ni aceptables. Sin embargo los límites permiten crear una estructura segura, comunicando al pequeño miembro de la familia fronteras necesarias para su seguridad y para la convivencia. Es una tarea no tan grata para los padres, pero que el niño agradecerá pues le mostrará una ruta para su comportamiento. Es importante recordar que cuando los límites son muy frágiles o cambiantes, el niño no sabrá que hacer y aparecerán comportamientos no tan saludables.

Es importante tener en cuenta que el verdadero trabajo de crianza se hace desde el amor y la calma, independiente de cuan negativo haya sido el comportamiento del niño. Se debe evitar a toda costa incurrir en técnicas coercitivas en el intento de modificar la conducta del niño. Muchos padres tendrán que tratar de evitar repetir el patrón de referencia de la propia crianza recordando que en el amor no cabe este tipo de trato (léase: maltrato). Si uno se encuentra cayendo en estos patrones, es recomendable buscar asesoría profesional a través de cursos o escuelas para padres donde pueda recibir el apoyo necesario para aclarar dudas y ayuda durante el proceso de transformación hacia una crianza más gentil y respetuosa.