Silencio y quietud - La perla que apoya nuestra labor docente

Florcita Gonzalez de Rejis, Paraguay

La Misión del Alma es simplemente latir e irradiar para iluminar, para vivir, para poder guiar a través de la luz, a través de la quietud que acoge a una sabiduría simple, sencilla, sabia.

Nuestra práctica aquieta nuestros cuerpos y con gentileza acompaña nuestra mente, invitándonos a vivenciar la calma, ingrediente indispensable, no sólo para relacionarnos, sino para ser capaces de poner en práctica la Pedagogía del Alma, la cual es capaz de conectar las tres dimensiones, cuerpo, a través de los sentidos, mente, y espíritu.

Al conectar estas tres dimensiones, construimos con nuestros alumnos, un aula muy especial, un Aula Contemplativa, la cual tiene momentos de silencio y quietud, componentes indispensables para un exitoso proceso de aprendizaje, ya que al entrenar la mente a la quietud y al silencio, damos oportunidad a desarrollar el operador más importante para lograr el tan ansiado Aprendizaje Significativo y la Atención.

Sin atención enraizada en el momento presente, no se podrá lograr la comprensión que hace posible no sólo un aprendizaje significativo y una retención a largo plazo de nuevos saberes, sino también el poder disfrutar del fluir armonioso de reflexiones y preguntas que, sin lugar a duda, enriquecen y dan vida a la convivencia del aula.