Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana - WCCM Latinoamérica
La práctica en el hogar
La familia que medita junto, empieza a
interactuar de forma cada vez más gentil y compasivo.
Guía a los hijos a
1.- Aquietar el cuerpo. Acomodarse. Sentarse con la espalda recta. Colocar las manos en el regazo, cerrar los ojos y quedarse quietos.
2.- Respirar tres veces profunda y suavemente. Fijarse como entra el aire fresco y sale tibio.
3. Escuchar y Repetir contigo
Para Cristianos sugerimos una oración: Para personas de otras tradiciones sugerimos:
Niños de 3 a 10 años. Niños pequeños
"Jesús te quiero mucho Inhalo
Jesús dame tu gracia para amarte" Exhalo
En silencio le decimos a Jesús que venga: Mi cuerpo inhala
Ma-ra-na-ta. Mi cuerpo exhala y se relaja
De 11 años en adelante la Oración del P. John Main. Niños mas grandes y adolescentes
"Padre celestial, abre nuestros corazones Inhalo y sé que estoy inhalando
a la presencia silenciosa del Espíritu de tu Hijo Exhalo y sé que estoy exhalando.
Condúcenos dentro de ese misterioso silencio Inhalo y mi respiración se vuelve profunda. donde tu Amor es revelado a todo aquel que clama Exhalo y mi respiración se hace mas lenta.
Maranatha… Ven, Señor Jesús." Consciente de mi cuerpo, inhalo.
Relajando mi cuerpo, exhalo.
Calmando mi cuerpo inhalo.
Cuidando mi cuerpo, exhalo.
adaptado de Plantando Semillas,
Thich Nhat Hanh.
4.- Para los cristianos, sugerimos la palabra sagrada Maranatha, que significa El Señor viene o Ven Señor. Repitiendo la palabra "Ma-ra-na-tha." en 4 sílabas con igual énfasis y con fervor.
Para los no-cristianos, sugerimos elegir una palabra (como "Paz") o la frase "Inhalo-exhalo" combinado con la respiración lenta y suave.
Repetir la palabra en silencio, combinandola con la respiración; prestando atención amorosa a la palabra durante todo el tiempo de la meditación. Al darse cuenta que se está pensando en algo, solo regresar suavemente a la palabra.
5.- Al terminar el tiempo se puede tocar una campana o simplemente pedir que vuelvan al presente abriendo suavemente sus ojos. No se apuren en este paso. El volver debe ser gentil y amoroso. Pedir a los niños mirarnos unos a otros a los ojos con gentileza y amor.
El tiempo de la meditación va de acuerdo a la edad del niño o adolescente: 1 minuto por año.
5 años: 5 minutos
13 años: 13 minutos
Se comienza con unos minutos, y gradualmente se aumenta el tiempo hasta llegar al tiempo apropiado a la edad de cada niño.
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Ayuda a los hijos (y a los padres) a poner más atención en lo que hacen, dando lugar a una convivencia más armoniosa.
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Ofrece un refugio que calma las tensiones, ayudándoles a manejar sus emociones.
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Favorece una forma de comunicar más gentil y respetuosa.
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Promueve la calma y el autocontrol ante los conflictos.
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Ayuda a crear personas agradecidas, reflexivas y solidarias.