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Foto del escritorEscuela y Padres LATAM

7. Cultivar el valor del respeto a los cuatro años.

Dra. Tamara Salmen, Pediatra - Conducta y Desarrollo, Venezuela

con la colaboración de Rosa Aura Figueroa Meza, sicologa, Venezuela.


A esta edad el niño inicia el desarrollo moral. Ya tiene mayor sentido de quién es y cómo comportarse. Pero, aunque comienza a tener una base moral, la tiene con limitaciones. Es decir, aunque entiende las promesas, no siempre las cumple; aunque sabe distinguir la mentira de la verdad, no siempre dice la verdad; y aunque reconoce los derechos de los demás, no siempre los respeta.

Incluso comienza a aparecer la agresividad como parte de su comportamiento, tanto en varones como en niñas, sea en forma física o verbal. Existen diferentes teorías al respecto. Puede ser una reacción instintiva, respuesta a sus frustraciones, reforzada como modelo aceptado de comportamiento y/o imitado.



No hay que olvidar el rol que pueden tener los juegos de videos y contenido de violencia de programas en línea que ven, sin mayor control parental sobre el tiempo de exposición a pantallas y contenido apropiado para la edad.

Esta es la edad de inculcarle el valor del respeto,

  • Dar el ejemplo. Es a través del modelo que el niño observa, experimenta e internaliza la forma de tratarse de adultos los importantes en su vida, y su manera de interactuar con los demás. Aprenden por imitación. Cualquier ocasión es propicia para modelar y hacer notar el trato respetuoso para luego guiarlo a utilizar este modelo de trato con sus hermanos, sus pares y personas en su entorno. Es importante “pescar” cada esfuerzo que el niño hace hacia este comportamiento y reconocerlo.

  • Sea amable con sus hijos y pareja, usando palabras de cortesía siempre. No guarden el “por favor”, “gracias” y “lo siento” solo para los extraños. Al contrario, enséñele que hay que usarlos comenzando con las personas más importantes - su familia.

  • Enséñele a expresar sus ideas y deseos de manera clara y cortes. Sin gritos, sin palabrotas, sin enojo.

  • Procure ser respetable y confiable. El respeto implica confianza. Por eso, los padres deben cuidar de establecer una relación de confianza mutua sin mentiras, ni engaños. Hablar con la verdad para que el niño sepa que puede confiar en sus palabras y sus acciones. Si el niño cree que no puede confiar en sus padres no les respetará. Y si teme su reacción, no confiará.

El respeto comienza por el autocontrol, esta habilidad se puede comenzar a desarrollar a partir de los 3 años, enseñándoles, por ejemplo, a aguardar su turno respetuosamente, sin actitud demandante ni impaciente. ¡Cuán importante ser modelo de esto nosotros mismos!


También es fundamental que los pequeños aprendan a expresar sus deseos sin asumir una actitud de reclamo o exigencia. Será una manera de aprender que en algunas ocasiones tendrán que postergar sus deseos ya que no siempre pueden tener la prioridad sobre los demás.

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